martes, 29 de septiembre de 2015

Mitos y Leyendas





El Tolima es una tierra de mitos y leyendas, que conserva como patrimonio inmaterial estas tradiciones orales, siendo las más reconocidas:

mohan
Mohán 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué.


Mohán

Es el más importante de los mitos del Tolima Grande; dicen que es un personaje monstruoso, cubierto de pelaje abundante, que más parece que estuviera envuelto en una larga cabellera; tiene manos grandes, uñas largas y afiladas como las de una fiera. Se le encuentra en los grandes ríos del sur como el Magdalena, el Saldaña, el Atá, el Siquila  y el Cambrín, entre otros.
           
Los pescadores lo califican de travieso, andariego, aventurero, brujo y libertino. Se quejan de hacerles zozobrar sus embarcaciones, de raptarles los mejores bogas, de robarles las carnadas y los anzuelos; afirman que les enreda las redes de pesca; les ahuyenta los peces, castiga a los hombres que no oyen misa, y se los lleva a las insondables cavernas que posee en el fondo de los grandes ríos.


pata sola
Patasola 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué


Patasola

Habita entre la maraña espesa de la selva virgen, en las cumbres de la cordillera, en los bosques solitarios o en los montes más espesos de la llanura. Con la única pata que posee avanza con rapidez asombrosa. Es el monstruo más temido por colonos, mineros, cazadores, caminantes, agricultores y leñadores.
           
La patasola es una mujer bellísima que llama y atrae a los hombres para enamorarlos, pero avanza hacia la oscuridad del bosque, a donde los conduce con sus miradas lascivas, hasta transformarse en una mujer horrible, con ojos de fuego, boca desproporcionada de la cual asoman unos dientes de felino; luce una cabellera corta y despeinada, que cae sobre el rostro para ocultar su fealdad.


llorona
La Llorona 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué


La Llorona

Quienes la han visto dicen que es una mujer con la cara huesuda, cabellera revuelta y enlodada, sus ojos son rojizos, y sus vestidos deshilachados. Lleva entre sus brazos un pequeño bulto como de niño recién nacido; no hace mal a la gente, pero sus quejas y alaridos dirigidos a su hijo causan terror.

Las apariciones se presentan en lugares solitarios, desde las ocho de la noche hasta las cinco de la mañana. Sus sitios preferidos son las quebradas, lagunas y charcos profundos. Se le aparece a los hombres infieles, perversos, borrachos, jugadores y a todo ser que trama maldades.


madre monte
La Madremonte 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué



La Madremonte

Los campesinos y leñadores que la han visto, dicen que es una señora corpulenta, elegante, vestida de hojas frescas y musgo verde, con un sombrero alón, cubierto de hojas y plumas verdes. No se le puede apreciar el rostro porque la ramazón del sombrero lo opaca. Vive en sitios enmarañados, entre árboles frondosos, alejada del ruido de la civilización, y en los bosques cálidos.

Cuentan que cuando la Madremonte se baña en las cabeceras de los ríos, estos se enturbian, crecen, se desbordan, causan inundaciones, borrascas fuertes, que ocasionan daños espantosos. Castiga a los que invaden sus terrenos y pelean por linderos; a los perjuros, perversos, esposos infieles y vagabundos.
  

candileja
La Candileja 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué



La Candileja
Es un mito folclórico, característico del Tolima y de los Llanos Orientales. Se manifiesta como una llama o bola de fuego que ilumina sus pasos por medio de un chisporroteo infernal, con ruidos como de tiestos rotos. La Candileja aparece en la madrugada cuando todo está en silencio y el gallo no ha empezado a cantar; le gustan los montes solitarios, las quebradas, los caminos reales, pequeños o deshechos.

La Candileja sigue a los viajeros cuando van solos, los atormenta, araña y los deja sin sentido. Persigue a los enamorados que están en malos pasos, a los esposos infieles, borrachos, perjuros y masones.


tunjo
El Tunjo 
Fuente: Web Alcaldía de Ibagué


El Tunjo

Cuenta la leyenda que es un fantasma que va errante, busca protección, alimento y cobijo, por lo cual premia a su protector con el fruto de una gradual fortuna. Se presenta en la forma de un bebé inofensivo que llora a la vera del camino. El Tunjo, después de todo, no hace más que asustar a las víctimas, al parecer inconscientemente, pues según se entendía solo buscaba a un protector que lo cuidara y mantuviera, para él, a su vez, hacerlo rico. Los cabellos y todo el cuerpo del Tunjo son dorados.

Fuente: Página web Alcaldía de Ibagué & Guía Tolima Turística, 2005
Imágenes: Página web Alcaldía de Ibagué

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